ME ENAMORÉ DE NUEVO

Me enamoré de nuevo de ti.
Me encontré de pronto, presa de tus encantos.


Me encontré de pronto,
huyendo y acercándome al mismo tiempo,
corriendo para alejarme,
pero volteando,
para no dejar de mirarte.

Me enamoré de nuevo de ti.
Me encontré contigo, de nuevo
en mis sueños.

Me enamoré de nuevo de ti.
Me encontré de pronto, pensándote,
necesitándote a cada instante.

Me encontré de pronto, junto a ti
y no pude decirte que nuevamente me enamoré.

Me enamoré de nuevo de ti.
Me enamoré y eso es fantástico.

Me enamoré de ese recuerdo maravilloso que eres;
del aroma de unas rosas que se esfumó,
del beso tímido a hurtadillas,
que me estremeció,
de la locura, que significó;
descubrir el amor.

Me enamoré de nuevo de ti.
Me enamoré de nuevo y no consigo dejar de añorarte
a cada instante.

GIRANDO LOS AMANTES

Girando una y otra vez
se encuentran los amantes,
al son de una melodía silente,
que sólo ellos escuchan.

Los amantes se acoplan,
se unen,
entrelazan sus manos,
sus bocas se acercan.

Girando una y otra vez
se entregan los amantes,
siguiendo los pasos de una melodía exquisita,
infinita.

Los amantes no conocen de tiempo ni espacio,
solo la tibieza de sus manos,
giran una y otra vez,
no se detienen,
se miran profundamente, dulcemente, intensamente,
desean que la melodía, no acabe jamás.

Los amantes no paran de girar,
giran una y otra vez,
sus labios, por fin se tocan, se besan;
suavemente, deliciosamente, interminablemente.

Girando una y otra vez,
los amantes se abandonan,
se dejan llevar;
se sienten al fin,
plenos y dichosos.