domingo, 7 de diciembre de 2014

PEQUEÑA LETRA VIVA: EL REGALO DE NAVIDAD


 
 
 
 
 
 
A lo lejos se escuchan las vocecitas de los niños entonando los villancicos. Hace frío afuera Tulia está emocionada, ya va a ser medianoche, y se siente una magia indescriptible en el ambiente. Los adultos conversan, ríen y los más pequeños esperan ansiosos la llegada de Santa.

El árbol lleno de adornos brilla con su lucecitas encendidas que titilan; bambalinas rojas, doradas; reflejan destellos hermosos. Al pie, algunos obsequios que ha traído la abuela ¿Qué serán? Los niños tratan de adivinar alzando las cajas y agitándolas también.

Desde la cocina, los olores se mezclan, infinitamente deliciosos; que exquisito festín. La Navidad sin duda, nos regala ese placer culposo al paladar.

Tulia, entre tanto, se aleja de los otros niños, luce un hermoso vestido a cuadros regalo de su madrina. Se acerca al pesebre y lo observa con detenimiento, que figuras tan bonitas y delicadas, piensa. Luego se aproxima al árbol y aprecia lo gigantesco que es, en la punta una linda estrella lo corona, y Tulia se deja fascinar por lo que ve.

Los niños corretean, juegan a las escondidas, comen galletitas, cantan, ríen, sueñan. Es la noche más especial del año; sin embargo, Tulia, recuerda con tristeza aquel niñito que ella y su madre han encontrado al salir de la pastelería, esta mañana; estaba mal vestido, aunque sus ojos brillaban. La madre de Tulia le ha comprado un biscocho; él les ha deseado Feliz Navidad. Tulia presiente, que el no será tan feliz esa noche; a diferencia de ella; que está junto a su familia, en su casa, llena de adornos y gente.

Al otro lado de la ciudad, está Joaquín, un niño muy especial. Él, vive con sus padres y cuatro hermanitos; Joaquín estudia y ayuda a sus padres en el mercado vendiendo frutas y hortalizas. Su sueño, ser médico cuando sea grande.

En su casa, sus hermanitos corretean de un lado a otro, no paran de gritar entusiasmados, pronto Santa llegará. Su madre cocina algo especial, pues es víspera de Navidad. Su padre ha encendido la radio, la música invade el hogar, y se escucha desde la calle, la algarabía de los vecinos al pasar.

Joaquín tiene una sorpresa especial, dinero ha guardado al trabajar ayudando a papá, ha comprado cuatro lindos juguetes que a sus hermanitos obsequiará.

El reloj de la sala, ha dado la hora, la medianoche ha llegado, y en el cielo, se hace una fiesta multicolor. Tulia ríe, canta, es feliz, el abrazo familiar los une a todos. El árbol se ha llenado de obsequios, los niños corren, ya es Navidad. Se abren los obsequios, todo es alegría. Tulia, ha recibido un libro, una pulsera, una muñeca; tiene un sin fin de regalos; pero de pronto, recuerda al niño y el brillo especial de sus ojos, y piensa seguro no recibirá tantos regalos esta Navidad.

Los ojos de Joaquín brillan, son dos estrellas relucientes, corre a su habitación, trae los obsequios para sus hermanos. Los pequeños se emocionan aún más, la Navidad ha llegado de verdad. El niño los abraza y sus padres también. Joaquín también recibe una sorpresa, el maletín de doctor, que siempre ha querido, es feliz; muy feliz.

La algarabía va decayendo en la ciudad, las luces en las casas se van apagando, el silencio y la quietud se apoderan de las calles. Los niños duermen abrazados a sus juguetes. Joaquín también duerme, esta noche ha recibido el mejor de los regalos, la alegría de sus hermanitos al recibir sus obsequios de Navidad, porque es en el dar que recibimos más.  

sábado, 18 de octubre de 2014

PACIENCIA

La paciencia remedio sagrado del mortal,
que no es otorgado por amar.

El amar que es otorgado por todo lo existente,
lo creado, no es pecado.

TE CONOCÍ









Te conocí sin saber, y te quise como ayer,
yo apenas una niña y tu un pequeño caballero.

En tus ojos oscuros la mirada bajabas al pasar, yo al verte caminar quería gritar;
y al viento preguntar, quién eras tú. Que mágicamente volvias aquel corazón de amanecer en anteayer.

Y llegó por fin el día que a conocerte llegué, fue en un lugar sagrado donde te conocí
sin saber yo que pasaría despúes. Tú me hablaste, yo te miré y entre suspiro y suspiro
la vida se nos fue.

Por aquel día en ti pensé y mi recuerdo llegó a verte en sueños despierta.

El tiempo fue pasando como almanaque volando, de tanto en tanto
el tiempo fue cantando.

Y ese tiempo fue pasando, ya de niña fui creciendo como maizal bien regado.

Y entre tanto la vida, fue pasando.

En una reja nos besamos y al silencio mudo dejamos. Cartas y rosas de recuerdo han quedado
y unas otras en cenizas se han enterrado. La vida lo quiso así, que se le va a hacer; roguemos al recuerdo, que no nos deje así.

Tu casi un hombre eres y aún de mi te acuerdas,
como ave en el camino, como potro en el corral,
que el paisaje admira con ira y desesperación,
 y yo aún sin poderte alcanzar estoy.

Viejo amor, yo no te voy a olvidar
como marinero a su puerto,
como el pintor a su lienzo.

El tiempo sigue pasando y en sueños aún te recuerdo...

Y ahora ya nos han separado imperdonable dolor,
pero si la vida nos ha de unir que sea pronto,
ya que la vida se va, sin poderla alcanzar.

Y el verso se ha terminado como lluvia en verano,
como flor de mayo.

Hasta luego amor de la niñez, que con locura salvaje,
no pudiste conservar.

martes, 9 de septiembre de 2014

VIDA








Cuando en la calle estamos
pensamos, admiramos
la vemos pasar
sin dejar huella al andar.

Vamos paso a paso
y en el camino miramos,
nos asombramos
que rápido vamos.

BOLA DE CRISTAL









Quisiera hoy atraparte en mi bola de cristal
y con mi vara mágica, hacerte volar
de un lado para otro,
y colocarte aquí junto a mí,
donde pueda verte llorar; si lloras
no te veré reír, pero si ríes, me harás muy feliz.

Porque solo a ti te quiero junto a mí,
en mi bola de cristal,
hacerte recordar lo mucho que te quiero
y que si a veces te odio,
no es por ti, es tan solo la lucha de mi alma
en contra del soplo del viento
que frustra nuestro encuentro.

miércoles, 20 de agosto de 2014

VIENTO


 
 
 
 
 
 
Viento que sopla al atardecer, sin florecer

Recuerda en mi amanecer, aquel renacer

Que con huellas desatinadas, hicieron desaparecer

Aquel vacío que no volvió,

Aquel lamento que se estrelló;

Entre lucero y potrero,

Entre destello y firmamento

Llenaron de llanto,

Aquel momento.

CARIÑO


 
 
 
 
 
 
 
Cariño negro, indio cariño mestizo; amor extranjero, errante…

Llevar adentro la fina flor robada por el caminante.

Estar suspendido por el trinar del viento.

Amor extranjero, errante… cariño negro, indio, cariño mestizo.

Llevar en el centro, en las manos, un collar de finas perlas.

Estar ligeramente, exageradamente loco.

Cariño negro, indio, cariño mestizo; amor extranjero, errante…

Llevar un libro con páginas en blanco y gritar en él, historias mil.

Amor extranjero, errante… cariño negro, indio, cariño mestizo.

Sembrar un beso, un gesto. Recoger la sonrisa, el placer; éxtasis del momento.

Cariño negro, indio, cariño mestizo; amor extranjero, errante…

domingo, 27 de julio de 2014

EN LA ASONANCIA DE LAS VOCES

 
 
 
 
 
 
 
En la asonancia de las voces, y el ruido de los clarinetes oigo tu voz, siento tus pasos y  tu aroma perfumado me perturba cada vez más; no sé, si el delirio mañanero, haya hecho este milagro o esté soñando tendienda en la hierba, como el que sueña con estrellitas negras.

¡Ah! pero al fin te veo, el sol te refleja en el lago de mis ensueños como cien mariposas doradas, me hablas y mi nombre en tus labios, es música sola; si pudiera decirte que no te quiero, pero negarlo, no puedo.

Hoy cuando ya ha pasado el tiempo en que mi delirio y tu pasión se han acabado, me queda el recuerdo de tu beso, de tu rosa y de tu palabra que es hermosa.

Aún olvidarte no he podido, tal vez sea que la arena del reloj no ha caído, y que si en aquellos días la vida me hacía tan feliz, espero con sinceridad que nunca del  cielo se borre nuestro amor, y si dejó de existir porque lo quisimos así, deseo que nuestra amistad, no se acabe jamás.

TENUE LUZ DE LUNA

 
 
 
 
 
 
 
Durmiendo bajo la tenue luz de la luna, estaba mi pensamiento siguiendote, el soplo calmado del viento, azotaba con dulzura mis cabellos alborotados. Las estrellas dormían vigiladas por mi mirada perdida, sin saberlo, en ilusiones de príncipes mágicos, flores de colores cristalinos y nubes que viajaban por mis sueños, color pastel.

La noche me deparaba tu imagen a cada instante, estabas tan cerca pero tan lejos, mis manos podían tocarte pero nunca creo mi pensamiento lo logrará. Siempre estarás como lejano, aunque pueda escuchar el látido de tu corazón y el vaiven de tu respiración.

Creo con un poco de loca certeza que te amo con obsesión, quizás el corazón se equivoque ante tal situación. Delirio en el profundo sentir de tu mirar, y un solo gesto tuyo me convertiría en finos y minúsculos cristales de azúcar o tal vez la fibra en el centro de mi pecho, me haría llorar de felicidad ante tal emoción.

El alba y su claridad me sorprendieron absorta en el fondo de mis sentimientos, me quede mirando el cielo que se tornaba de colores que nunca había visto más bellos que aquel día; en que la luz de la luna estaba junto a mi pensamiento, siguiendote.

domingo, 29 de junio de 2014

LA IDA

 
 
 
 
 
 
 
Tristes están los lirios sin tu presencia, cuando no estás, todo parece de cristal, fino, gracioso, brillante, pero no para tocar. Al tacto, frío como tu corazón al pronunciar tus labios un seco adios.
 
Las voces se han oído a lo lejos como gemidos quietos y he pensado lo triste que están los lirios sin tu presencia.
 
Cuando no estas, en la noche las estrellas no brillan para mi, solo se esconden.
 
Quiero que regreses, pero como tenerte de nuevo, si he pérdido la llave de tu alma, y ya no sé como penetrar sin ser vista, y veo lo triste que están los lirios sin tu presencia.

martes, 24 de junio de 2014

TÚ Y LA GLORIA








Tú y la gloria. ¿Te imaginas?
¡Qué bello sería poder tocar la gloria contigo!
Imaginar constelaciones sobre nuestros vientres,
ardiendo al ritmo de nuestra pasión,
danzando desnudos sobre la arena mojada.
Tú y la gloria. ¿Te imaginas?
¡Qué bello sería poder tocar la gloria contigo!

domingo, 8 de junio de 2014

HUMO


 
 
 
 
 
 
Con la espesa bruma que rodea mis pensamientos,
hoy te veo lejano, como en un espejismo brusco;
como entre el humo de las hojas secas, cuando se queman;
y pretendo atraparte pero te vas,  te colocas distante,
donde no puedo alcanzarte, mucho menos besarte.

Hoy, sin embargo, siento que te tengo,
que el espejismo se ha borrado,
que el humo, se ha esfumado.

CUANDO TE QUIERO

 
 
 
 
 
 
 
 
Cuando te quiero:
Hay color en tus ojos,
Destellos rojos,
Matices de hongos y
Olores verdosos.
 
Cuando te quiero:
Viene a mi mente
Tu pensamiento incoherente
Tu alocada mente.
 
Cuando te quiero:
Hay sonrisa, llanto y
Dolor llano,
Frío sofocante
De viejos caminantes.
 
Cuando te quiero:
Eres camino sombrío,
Eres estela de mayo,
Eres velero y puerto,
Eres pintor y cuadro.
 
Cuando te quiero:
Hay estrellas en la noche,
Hay cien barcos en el puerto,
Hay luceros silenciosos
Y amantes afanosos.
 
Cuando te quiero:
Somos ciegos en el tumulto,
Somos sordos ante el llanto,
Somos algo negado e imposibilitado.
 
Cuando te quiero:
No existe descanso ni ocaso,
No hay vida, más allá de la tuya.
 
Cuando te quiero:
Hay cántaros de agua y pedregullar de olas,
Hay silencios negros y árboles cansados.
 
Cuando te quiero:
Existo al oír el silencio, más la bulla de tus pasos,
En la lluvia de mis encantos.
 
Cuando te quiero:
Es necesario el olvido,
E inexplicable el recuerdo,
Y es hiriente el recuerdo de tus labios, junto a los míos.
 
Cuando te quiero:
Hay nombres y fechas regadas en mi cabeza,
Lugares de anochecer encendido y recuerdos perdidos.
 
Cuando te quiero:
No hay día ni noche,
Ni el resplandor del coche,
Ni el cantar apurado, del cuatrero encorvado.
 
Cuando te quiero:
Hace historia el amanecer,
Y se llena de gloria
Nuestro anochecer.
 
Cuando te quiero:
¡Cuando te quiero!
No hay amor más sincero y bello que:
¡Cuando te quiero!

domingo, 25 de mayo de 2014

MIL ESTRELLAS


 
 
 
 
 
 
 
Mil estrellas en la noche

Voy contando yo al andar

Y veo en una de ellas la brisa al pasar,

Que la mece y se duerme, y me quiere y yo me muero,

Y olvido que la vida, mil estrellas ve pasar.

LA CARACAS DE TODOS LOS DÍAS


 
 
 
 
 
 
 
Y así despierta Caracas, por un soplo vegetal.
La gente por los caminos y por las calles también van: rezando,
Van llorando o tan sólo recordando… Y así despierta Caracas.
En la noche engalanada de estrellas se ve alumbrada, de gente abarrotada, de sueños envenenada. Y Caracas, al mediodía, el sol resalta su resplandor.
El vendedor de periódicos, el mendigo de la plaza; va diciendo hacía si mismo ¡Qué Bella es mi Caracas! Aunque vendiendo periódicos o pidiendo limosna. ¡Qué Bella es mi Caracas! Y el rico y aún el pobre… ¡Qué Bella es mi Caracas!

QUIERO

 
 
 
 
 
 
 
 
Quiero escribir sobre las hojas de los árboles frondosos un inmenso: Te amo.
Quiero cantar cual ruiseñor y junto a tu ventana, hacerte escuchar un: Te amo.
Quiero soñar, que un día de invierno, te digo: Te amo.
Quiero hacer tantas cosas, pero lo principal y único que realmente quiero es:
             Escribir sobre tu piel  Te amo.
             Cantar a tu oído Te amo.
             Y soñar, que un día, estando despierta, me dices: Te amo.

EL ESCULTOR








Un par de manos tengo, mis dedos torpes intentan moldear la arcilla frágil de tus sentimientos, soy de tú corazón el escultor.

Soy de tu corazón el escultor, mi obra maestra es moldear nuestro amor de frágil línea, darle color.

Un par de manos tengo, quiero esculpirte sobre mi cuerpo, paso a paso y encontrar así, el comienzo de mi gran obra:
El despertar habiendo soñado, que soy de tu corazón: el escultor.

sábado, 17 de mayo de 2014

NECESITO DECIR


 
 
 
 
 
 
Necesito decir lo que siento, pero de que manera lo expreso, es lo que llevo por dentro.

No son palabras las que quiero decir, ni hechos los que quiero mostrar; son sentimientos que como hojas al viento me tocan al pasar.

Tan solo necesito un día, un minuto, un segundo para decirlo; pero todo sucede tan violentamente que apenas puedo darme cuenta de lo preciso de mi existencia.

Notas de arena se deslizan sobre el reloj, y entre mis dedos no las puedo detener; pero en realidad de pronto me doy cuenta de que no tengo nada que decir, o lo que es peor nada que sentir.

¡Ah! Pero un momento, si tan solo alguien se detuviera en el umbral de la puerta que aún esta abierta; podría con certeza decírselo, pero no vale la pena…

Todos se detienen, escuchan pero lo olvidan, están atosigados de prejuicios, de necesidades superfluas; y la sociedad que los rodea, no les permite, detenerse ante algo inmaterial pero humano…

¡Ah! Me olvidaba, ya no son humanos, son esclavos de la civilización y lo que es peor están encerrados muy adentro de sí mismos, y no quieren escuchar y mucho menos hablar… solo quieren triunfar, triunfar sobre los demás…

QUERIDA AMIGA


 
 
 
 
 
 
Querida Amiga:
dulces versos te dedique un noble poeta,
dulce licor te brinde, en una copa de sueños coronada.

Amargas verdades, no desprendan sus labios
hirientes para tu pecho, no te preocupes, si el caballero de tus sueños,
mancha de pena tu pensamiento,
más otro vendrá, lleno de encanto, a colmar con su canto, tu corazón.

Si la tristeza, cubre tu pecho, no te impacientes,
ya llegará lleno de alegría un sol para ti,
más estrellas titilantes se posaran en el cielo, velando tus sueños.

FUE UN SUEÑO

 
 
 
 
 
 
Fue un sueño o simplemente estoy aquí, y me he vuelto luz y polvo perenne, ya no hay más rosas rojas a lo largo del camino; más ni espinas en sus tallos, todas se han clavado en el centro del alma, y poco a poco la sangre a brotado gota a gota, y mi querer ha manchado el firmamento. Las nubes tornadas de color pastel, ya no están en mi cielo, y sin más que un inmenso mar con peces de cristal y algas de papel frente a mi; no he salido del sueño mágico de tenerte a mi lado y de entrar en un túnel sin salida y perderme en ti y tú en mi, pero de pronto, el sueño terminó, y ya sé que estoy aquí, y que por fin; ya no soy más luz y polvo perenne; sino, más bien; ese algo, que quedo entre las rosas y las espinas a la orilla del camino.

QUISIERA VOLAR



 
 
 
 
 
Quisiera volar como águila y perderme en la inmensidad del cielo y preguntar al viento, y caer en picada. Levantarme de nuevo y erguir el pecho contra el mundo; y luego ser, un árbol frondoso, que extiende sus ramas al sol poderoso, que reina en lo alto de los astros y que nos complace calidamente, con sus tibios y rubios rayos. Pero también quiero, ser un tímido venadito, luego ser un cisne y danzar a lo largo del bosque y juguetear con las flores, y quemar el alma en un sentimiento sin control, perder el juicio, cantar y hojear la vida como en un libro viejo y olvidado; y también ¿Por qué no? Girar en torno del vacío del universo, comer estrellas, beber agua de mar y servir a la vida, con el corazón de par en par.

QUIERO SER LIBRE SIN ATADURAS


 
 
 
 
 
 
 
 
Quiero ser libre sin ataduras,
sin cadenas que me detengan
sin prejuicios que me atosiguen.
 
Quiero ser libre sin ataduras,
sin prisiones y rejas,
sin pensamientos hechos escombros.
 
Quiero ser libre sin ataduras,
sin complejos que me empobrezcan
sin sociedad que me minimice.
 
Quiero ser libre sin ataduras,
sin paredes ni techo, que me acorralen
sin política ni ideología falsa.
 
Quiero ser libre sin ataduras,
sin hipocresía y falsedad
sin dolor ni llanto.
 
Quiero ser libre sin ataduras,
sin pobreza en el espíritu
sin laberintos en el alma.
 
Quiero ser libre sin ataduras,
sin espejos oscuros y callejones sin salida
sin creencias absurdas.
 
Quiero ser libre sin ataduras,
sin gritos que me desgarran el alma;
sin moral falsa.
 
Quiero ser libre sin ataduras,
sin armas que desangran al mundo,
sin muerte.
 
Quiero ser libre sin ataduras,
sin zozobra y cobardía,
sin ver volar el tiempo.
 
Quiero ser libre sin ataduras,
para luchar por un mundo mejor,
para sentir el ímpetu de los pájaros al volar
sobre nuestras sienes; para sentir la lluvia fresca sobre
mis hombros, sin un paraguas que la detenga.
 
QUIERO SER LIBRE, SIN ATADURAS.

domingo, 4 de mayo de 2014

LA MANTA A CUADROS ROJA Y NEGRA


 
 
 
 
 
 
 
Apareció bajo la luna con una manta a cuadros roja y negra y un bolso gris terciado sobre el pecho, tenía la cara mojada de lágrimas escarchadas.

Cuando pude acercármele  ya se había ido y no quedaba de él, más que su manta, que guardé en el armario de una vieja casa que olía a ron y a dulce de coco de recuerdos. Pasé la noche vagando en espera de una estrella y sin embargo, ni un lucero hallé, antes del amanecer viaje sin rumbo al infinito, donde el ruido ensordecedor de la nada me cegó con su oscuridad. Al regresar, me encontré tendida en la hierba, medio desnuda y descalza, viendo un lago sin agua, donde los peces nadaban, eran pequeños, habían dorados, plateados y grises; hasta había uno morado y usaba sombrero de pumpá era genial.  Cerré los ojos mirando al cielo, al abrirlos de nuevo, oscureció y empezó a llover, no era lluvia, eran trozos de cielo que caían sobre mí, quise correr, pero quedé atrapada, en ellos conocí tantas cosas, me quise quedar; pero de pronto; todo desapareció y me encontraba en un bosque sembrado de árboles de cemento y cal; hormigas de latón; seguí caminando y observé mi cuerpo, estaba vestida, llevaba telas y ramajes sobre mi esqueleto; de pronto divisé a un hombre completamente desnudo, me miraba extrañado; yo me dirigí hacia él, al aproximármele un poco más, me dí cuenta que era el hombre de la manta a cuadros, lo toqué y desapareció, era puro espejismo, empecé a correr sin control, todo cambiaba súbitamente y violentamente, casi sin darme cuenta, caí por un desfiladero y vertiginosamente también desaparecí. Pero mi cuerpo seguía latiendo, era un viaje sin control, parpadie varias veces pero fue inútil, no había nada, sólo huellas verdes en un camino negro, al final mi cuerpo, empezó ha aparecer y pude verme; me encontré con el hombre de la manta a cuadros, la llevaba puesta, se subió a una mariposa y desapareció.

¿Dónde estoy? ¿Es un sueño?


LAS DULCES NOTAS DEL VIOLÍN








Las dulces notas del violín extasiaban a mi oído que desafiando, quería oír tus gemidos más profundos; se dejaban llevar mi cuerpo y mi mente por tu frágil línea, tus alas abrazaban toda mi existencia y por completo, me deje morir, de placer en ellas.

 
La noche estaba triste y quejumbrosa le dolían las estrellas, todo estaba muy solo.
 
Sobre mí posaste la vida inquieta y deseosa, querías amarme hasta el final de los días. Tus plumas habían tomado un color artificial y un perfume oceánico que invadía mi quietud.
 
Palpé a mi paso por tí, cada rincón incógnito para mí, estaba deseando a cada instante, instalarme en tu cuerpo, y perderme para siempre en un adiós confuso hacia tu interior.
 
La soledad me embargaba, estaba rodeada de una nada especial e increíble que vencía el miedo en una batalla de fieras y espadas.
 
A nuestro andar creí volar y surcar cielos desconocidos para mí. En un inmenso revoloteo nos paseamos por lo recóndito de nuestros seres y perdidos ya en la inconciencia, quedamos tendidos en la hierba y las dulces notas del violín extasiaban a mi oído.
 

jueves, 1 de mayo de 2014

El OLOR DE LA ROSA

 
 
 
 
 
 
 
El olor de la rosa, de espina, tenía el tallo; la flor, era frágil su línea y su color intenso, rosa salpicada de verdor.
 
El olor de la rosa, de espina, tenía el tallo; la flor. Era solitaria, en aquel lugar, era admirada por ojos de buen conocedor, pero pasaba desapercibida por la mirada de aquel mal observador; que de la rosa apreciaba el tallo, delgado y fino, dulcemente retocado por un millón de pequeñas espinas; más no se detenía a pensar que para estrechar hacia el pecho, una rosa, hay que clavarse las espinas. 

 
 

LA CIUDAD








La ciudad hoy parecía de juguete, los árboles tenían rígidas sus hojas y ramas, los pájaros habían dejado de trinar, el sol había desaparecido entre los hermosos rascacielos y tras la humilde montaña, para dar paso a un millón de estrellas blancas y de luz clara como el cristal.
 
Las calles arropadas en el silencio, dormían plácidamente bajo la luz neón de los faroles.
 
En las plazas y aceras el viento soplaba calmado y frío, silbando entre las esquinas, era factible encontrar a un vagabundo de la noche, enmarañado, harapiento con sus rodillas como cascabeles, sonando al juntarse de escalofrío; pronto el sueño los acogía, y dormían en el banquillo de la plaza o a la puerta de cualquier pensión.

Era hermoso todo esto, la soledad y un vacío que guarda el bullicio del día, las penas y alegrías.

La ciudad, en realidad, era hermosa; tenía todo, incluso ese aire de fantasía exótica; que luce al resplandor del alba, cuando la magia de la noche con su desfile; se despide hasta la próxima velada.

Ahora; el sol, con su magnífico resplandor, vitaliza cada parte de la ciudad, y calienta con sus tibios rayos, poco a poco las aceras y plazas; y llega sin prisa a cada hermoso ser, que espera un nuevo amanecer.



 

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