Quizás vayamos a reencontranos después, la verdad; no lo sé.
Despojados de nuestros cuerpos
de todo lo que solíamos ser.
Puede ser que en un tiempo remoto, nuevamente nos crucemos
allá dónde el mar y el cielo se juntan, siguiendo nuestros deseos
hágamos realidad el sueño.
Mientras tanto pasa el tiempo, tú: allá, yo: aquí
y pienso, en lo mucho, que te necesito sin decirlo
y en lo que, tal vez, tú me añores en silencio.
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