Anoche soñé que comíamos suspiros
blancos y brillantes,
dulces y divinos.
Un sueño exquisito,
de esos de los que uno
no desea pronto despertar.
Soñé que entre bocado y bocado,
nos provocaron también nuestros labios pegajosos
llenos de suspiros blancos y brillantes, dulces y exquisitos.
Anoche soñé que comíamos suspiros
blancos y brillantes, dulces y provocativos.
Un sueño exquisito,
de esos de los que uno
no quiere nunca despertar.
Soñé que entre bocado y bocado,
nos provocaron también nuestros labios pegajosos
llenos de suspiros blancos y brillantes, dulces y exquisitos.
De pronto me desperté
quizás se terminaron los suspiros
pero el dulce sabor de tus besos jamás.
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